De: FUNAM Prensa
FUNAM INFORMA
Fundación para la defensa del ambiente
Córdoba (Argentina), jueves 19 de mayo de 2011
EL MINISTERIO DE ASUNTOS AGRARIOS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES QUIERE HABILITAR EL USO DE PLAGUICIDAS JUNTO A VIVIENDAS, ESCUELAS, RÍOS Y POZOS DE AGUA
INFORME UNIVERSITARIO DESCALIFICA LA PROPUESTA DE DECRETO PROVINCIAL
POR INCONSISTENCIAS TÉCNICAS
FUNAM SOLICITÓ AYER EL ARCHIVO DEL PROYECTO AL GOBERNADOR DE BUENOS AIRES, DANIEL SCIOLI, Y ENVIÓ A LOS DEFENSORES DEL PUEBLO DE ESA PROVINCIA Y DEL PAÍS EL INFORME TÉCNICO QUE CUESTIONA LA INICIATIVA GUBERNAMENTAL
EL DR RAÚL MONTENEGRO, AUTOR DEL INFORME, REITERÓ QUE "LAS BAJAS DOSIS DE PLAGUICIDAS DAÑAN LA SALUD " Y QUE "DEBE PROHIBIRSE EL USO DE CUALQUIER TIPO DE PLAGUICIDAS EN UNA FRANJA ALREDEDOR DE POBLACIONES Y ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS"
Córdoba (Argentina), 19 de mayo de 2011. La Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), una ONG con status consultivo en Naciones Unidas, distribuyó ayer el informe técnico que descalifica el proyecto de decreto del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires que habilita la aplicación terrestre de plaguicidas al lado de viviendas, escuelas, ríos y pozos de agua. Las insólitas propuestas fueron elaboradas por una Mesa de Trabajo que convocó el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires.
El informe distribuido ayer, que realizaron en forma conjunta la Cátedra de Biología Evolutiva de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba y FUNAM, resalta las "graves omisiones y errores técnicos" del proyecto de modificación del decreto 499/1981, una iniciativa originada en el Ministerio de Asuntos Agrarios. Dicho decreto reglamenta desde hace 20 años la Ley Provincial de Agroquímicos 10.699.
El Dr. Raúl Montenegro indicó que el proyecto de modificación "condena hogares, escuelas, cursos de agua y ríos a la pulverización con plaguicidas de las clases toxicológicas III y IV. El glifosato, cuyas bajas dosis dañan la salud, es uno de los plaguicidas que podrá aplicarse por vía terrestre al lado de viviendas y a 25 metros de cursos de agua. En el colmo de la improvisación la norma prevé que al lado de las escuelas esos plaguicidas solo podrán aplicarse fuera de las horas de clase, cuando sabemos que los residuos del glifosato –por ejemplo- pueden persistir hasta 249 días en suelos agrícolas y hasta 3 años en suelos forestales".
El informe realizado por la Cátedra de Biología Evolutiva de la universidad y FUNAM detectó que el decreto "establece las distancias a que pueden ser aplicados los plaguicidas sin tener en cuenta elementos decisivos, como la dispersión por viento de las partículas de suelo que tienen plaguicidas, ignora los efectos de la volatilización de los agroquímicos, no considera que los suelos ya tienen su propia acumulación previa de plaguicidas y solamente se basa en las dosis letales. Para el decreto las bajas dosis no existen, por eso cometen la torpeza de permitir la pulverización terrestre al lado mismo de hogares y escuelas".
Montenegro agregó que las modificaciones previstas "tienen otros vacíos inaceptables. No considera que los plaguicidas y sus derivados siguen siendo activos mucho tiempo después de la aplicación. Además, los plaguicidas y sus agregados sufren cambios en los propios envases y al ser dispersados en el ambiente, donde se generan sustancias químicas muchas veces más tóxicas que los propios principios activos. Dos ejemplos son el AMPA, un derivado del herbicida glifosato, y el malaoxón, un derivado del insecticida malathión. El malaoxón es 40 veces más tóxico que el malathión. Lamentablemente ninguno de estos temas fue analizado al elaborarse el nuevo proyecto de Decreto".
"Para el Ministerio de Asuntos Agrarios y otros sectores de interés las personas no existen. Olvidan que niños, adolescentes y adultos ya tienen plaguicidas antiguos en sus tejidos grasos y sangre, y que toda nueva aplicación en pequeñas dosis agregará nuevas sustancias e incrementará los riesgos. Las bajas dosis de la mayoría de los plaguicidas usados actualmente rompen el sistema hormonal, afectan el sistema inmune, alteran la reproducción y pueden provocar desde malformaciones hasta distintos tipos de cáncer".
Montenegro, que acompañó la lucha iniciada por las Madres de barrio Ituzaingó Anexo en Córdoba, lamentó que el Ministerio "no haya revisado los estudios pioneros conducidos por Horacio Lucero, Jefe del Laboratorio de Biología Molecular del Instituto de Medicina Regional de la Universidad Nacional del Nordeste; por Hugo Gómez Demaio, Jefe del Servicio de Pediatría del Hospital de Posadas en Misiones y por Rodolfo Páramo, médico pediatra y neonatólogo del Hospital de Malabrigo en la provincia de Santa Fe. Ignorar sus alertas, que fueron sólidamente fundadas, es un despropósito".
La iniciativa oficial viola el principio de precaución y crea controles imposibles de practicar. Hacia un control donde participen no solamente ingenieros agrónomos.
"Las propuestas de modificación sugeridas por la Mesa de Trabajo son contrarias al Principio de Precaución establecido por el Artículo 4° de la Ley Nacional de Ambiente n° 25.675/2002 y están basadas en criterios técnicos incorrectos", reiteró el Dr. Raúl Montenegro, premio Nóbel Alternativo 2004.
Sostuvo que crea mecanismos de control imposibles de practicar "dadas las vastas superficies y jurisdicciones involucradas, la cercanía de intereses entre quienes requieren el uso de plaguicidas y quienes los recetan, y la inexistencia de monitoreos para detectar los efectos sanitarios y ambientales".
"Estamos convencidos, por otra parte, que el control y regulación de los plaguicidas requieren la participación de otros profesionales además de Ingenieros Agrónomos pues se están afectando la salud, los patrones de conducta de personas y la biodiversidad", agregó.
Sin participación, sin estudios epidemiológicos y sin monitoreo ambiental.
FUNAM denunció que el proyecto fue elaborado "sin la participación de biólogos, bioquímicos, físicos, médicos, epidemiólogos, sociólogos, psicólogos y otros profesionales de vital importancia para un análisis solvente. Tampoco consultaron a los cuerpos técnicos de ONGs con reconocida trayectoria en la provincia de Buenos Aires y Argentina, ni tomaron en cuenta las advertencias que vienen haciendo distintas centros de investigación y universidades".
El estudio realizado por el Dr. Raúl Montenegro señala que las modificaciones alentadas por el Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires:
a) Favorecen a las empresas e individuos que aplican plaguicidas.
b) Facilitan el creciente uso de plaguicidas y el aumento de las superficies habilitadas para su aplicación.
c) Acercan la aplicación de plaguicidas a las viviendas, escuelas y ecosistemas acuáticos.
d) Someten cientos de miles de personas a las bajas dosis de plaguicidas que descargan las pulverizaciones terrestres y aéreas, lo cual afecta sus sistemas hormonal e inmune, y daña sus células, tejidos y órganos, aumentando así la morbilidad y la mortalidad, sobre todo en embriones, fetos, bebés y niños.
e) Favorecen la expansión del modelo agrícola actual, que carece de sustentabilidad y depende de un creciente número de especies transgénicas y agroquímicos.
f) Promueven indirectamente la disminución de la superficie ocupada por ecosistemas naturales y cuencas hídricas y reducen la diversidad productiva de la provincia, pues al favorecer el uso de plaguicidas asociados a cultivos transgénicos desincentivan los no transgénicos, la lechería y la ganadería.
Las propuestas de la Cátedra de Biología Evolutiva y FUNAM: "los cambios deben llegar al SENASA y la CONABIA "
El estudio indica que basándose "en la buena ciencia y la información disponible" estas son las decisiones urgentes que deberían adoptarse en Argentina:
a) Que se prohíba la aplicación terrestre de plaguicidas, cualquiera sea el tipo de principio activo y sustancia, a menos de 1.000-3.000 metros de distancia de lugares poblados, áreas naturales protegidas, ecosistemas acuáticos e infraestructura crítica (por ejemplo escuelas).
b) Que la pulverización aérea solo se permita, respecto de los lugares anteriores, a distancias superiores a los 3.000 metros ".
c) Que los modelos de producción sean reemplazados por modelos de mayor sustentabilidad. d) Que exista un balance entre las superficies que ocupan ambientes naturales y ambientes de producción.
e) Que cese la destrucción de ambientes nativos.
El estudio distribuido ayer agrega que la iniciativa impulsada por el Ministerio de Asuntos Agrarios "también refleja problemas graves en dos organismos nacionales, SENASA y CONABIA".
Sostiene que el SENASA "ya no protege la salud de las personas" y que por lo tanto debe habilitarse "un nuevo procedimiento, abierto y participativo, para el análisis y aprobación de nuevos plaguicidas". También indica que deben revisarse "en forma periódica y abierta todos los productos ya autorizados, erradicando así los actuales procedimientos, obsoletos y que favorecen a las corporaciones comercializadoras de plaguicidas".
En cuanto a los mecanismos de análisis y autorización de organismos genéticamente modificados que administran actualmente la CONABIA y Agricultura de la Nación el estudio realizado por la universidad y FUNAM fue categórico "debe habilitarse un procedimiento abierto y participativo de evaluación que reemplace al actual sistema, parcial y cerrado, para que todos los organismos genéticamente modificados con aprobación vigente también sean revisados. La salud de las personas y la resistencia ambiental de los ecosistemas es más importante que la codicia", indicó el Dr. Raúl Montenegro.
Quienes deseen una copia completa del informe –que será subido a la página Web de FUNAM en los próximos días- pueden solicitarlo al correo electrónico biologomontenegro@gmail.com.
Para mayor información contactar a:
Prof. Dr. Raúl A. Montenegro, Biólogo
Teléfono fijo: 03543-422236
Teléfono celular: 0351-155 125 637
E-mail: raulmontenegro@flash.com.ar
Encargada de prensa:
Nayla Azzinnari
Teléfono celular: 011-155 460 9860
E-mail: nay_azz@hotmail.com
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