Un cambio de conciencia... Excelente articulo de Ricardo Natalichio

Muy buen articulo... felicitaciones a Ricardo.
Con la esperanza de que muchos argentinos pensemos de igual manera abarcativa y solidariamente, entendiendo que somos todos hermanos en este camino y sin importar el partido político al que pertenecen y condicionan sus pensamientos ciudadanos los invito a leer la siguiente publicación atte.

 

                Juan B. Vegué
Centro Ciudadano "Nuestros Barrios"
AMBIENTE Y SOCIEDAD, AÑO 11 Nº 453

"Las tres crisis por las que estamos atravesando, la
económico-financiera, la energética y la ambiental, confluyen en una,
la de un sistema que por sus características predadoras está
colisionando tanto contra los límites de la Tierra para generar
recursos y absorber deshechos, como contra los propios límites éticos
de la conciencia humana."


Estimad@s Amig@s:

Un cambio de conciencia es el primer paso y el más importante. Según
estimaciones de la FAO, los más de mil millones de personas afectadas
por el hambre en el mundo podrían tener cubiertas sus necesidades
mínimas de alimentos con un presupuesto anual de 30 mil millones de
dólares. Al mismo tiempo, se calcula que el paquete financiero de
ayuda a la banca privada internacional, luego de la crisis del 2007 y
hasta la fecha, ha superado la poco comprensible suma de 17 billones
de dólares, es decir, 17 millones de millones.

Comparando estas cifras, haciendo una simple división, nos indicaría
que el dinero utilizado para salvaguardar los intereses de los bancos
durante estos dos años, sería suficiente como para paliar el hambre en
todo el planeta al menos durante los próximos 500 años. ¿Cuál es
entonces la lógica utilizada para semejante y desproporcionada
resolución? Lo que se ha intentado salvar no son los bancos, ni las
instituciones financieras internacionales. Es, ni más ni menos, que el
sistema capitalista. Y esto a un costo tan incalculable como obsceno
en vidas humanas.

El dinero nunca alcanza para las necesidades de los más pobres, para
los que no pueden acceder a las necesidades más básicas de un ser
vivo. Pero siempre está a mano cuando el sistema lo necesita para su
propia supervivencia. Así de cruel, así de injusto es este sistema que
decide con una lógica estrictamente economicista, sobre las personas y
sobre todo ser vivo que habita el planeta. Así de necesario es el
cambio que debemos hacer en nuestras conciencias individuales, para
luego generar un estado de conciencia colectiva, como especie, que
haga imposible, absolutamente impensable, semejante locura.

Las tres crisis por las que estamos atravesando, la
económico-financiera, la energética y la ambiental, confluyen en una,
la de un sistema que por sus características predadoras está
colisionando tanto contra los límites de la Tierra para generar
recursos y absorber deshechos, como contra los propios límites éticos
de la conciencia humana.

Estamos ante la crisis terminal del sistema capitalista. Esto no
significa necesariamente que en poco tiempo veremos un gran cambio en
la forma en la que nos relacionamos entre nosotros, ni con los demás
seres vivos, ni con la propia naturaleza. Sino que estamos ante una
oportunidad para avanzar sobre ese cambio, para terminar de empujar
hacia el abismo a estos cientos de años en los que nos hemos
equivocado tanto que estamos a punto de autodestruirnos como especie.
Estamos ante una oportunidad, tal vez la única que tendremos, de
empezar de nuevo.

El primer paso, sin dudas, es ese cambio de conciencia. Si nos
animamos a darlo, si nos proponemos y nos ocupamos de expandirlo, si
logramos globalizarlo, una gran parte de los problemas estarán
resueltos. Nos reencontramos la próxima semana, con una nueva entrega
de esta publicación.

Ricardo Natalichio
Director de EcoPortal.net
rdnatali@ecoportal.net
www.ecoportal.net


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